Ir al contenido principal

Entradas

Mostrando entradas de enero, 2022

Paraíso Tropical.

Tierra virgen, madre de leches coco y del néctar humectante de corazones siempre bellos, cascarones adornados de hermosas guirnaldas, sin distinguir el color ni el productor, vestidos de oro y de nieve, El sabor precioso del ron, tan quemado y tan dulce que se vierte como lluvias como ríos en su gran caudal mar bravo de mis sueños La tertulia magna del espíritu dentro de barriles, de procesos químicos que crean las minucias preciosas y perfectas al gusto del trópico colorido, Retratado sea allá en alta mar, adentro en montañas de café de boleros de buena vista, bailes y hielos, la eterna fiesta de los sentidos. Ron.

Dualidad.

Continúan los diálogos. —Me di cuenta de que no puedo vivir sin el dolor, es parte de lo que conozco como vida, entonces, aceptar el dolor me hace sentir feliz; sentirme agobiado por una querella tan ambigua también me hace sentir realmente feliz, vivir no vale la pena sin analizar. Detenerse a pensar es una cualidad, supongo. —Sí, el dolor es parte de nosotros intrínsecamente, que intentes suprimir el dolor solamente sería un límite, quizás llegues al punto en que lo suprimas, sin embargo, el hecho de hacerlo sería algo antinatural, así lo veo, nuestra naturaleza es sufrir, mejor dicho, sobrevivir. Ser feliz también es parte de nosotros. —Si sigo intentando llegar a suprimirlo, puedo llegar quizás a un clímax, me parece tan interesante la idea de hacerlo, es increíble a donde puede llegar la mente humana, crear, construir, deconstruir. El amor. El amor es parte de nosotros, el amor a la hora de escribir un poema, hacer una acción, quiero hablarte del amor, siento que puedo ser realmen

Individualidad.

— ¿Por qué nos detenemos a pensar? Si es acaso de las nubes, de aquellos bellos colores, paleta de expresión, que se retrata en el cielo que me rebasa, me genera cierto sentimiento de soledad, la rotación de la tierra, pensar en una función cuadrática en el cielo, la belleza comienza donde la matemática termina, y la matemática comienza donde la belleza termina y se vuelve perfección, pero, en nosotros, los seres pensantes, la perfección es solamente una idea, llena de dolor y sufrimiento. Digamos, si fuera un ser perfecto, al menos una muesca, perdería mi color, quizás, mi individualidad. —El dolor nos hace ser humanos, efectivamente sentir dolor me hace ser feliz, quizás es por eso que vivo cada día con una sonrisa, por el dolor que puedo ser capaz de sentir, si fueras un ser biológicamente perfecto, al menos, no podrías ser capaz de sentir dolor, ¿te gustaría dejar de sentir dolor? —No lo sé, quizás el no sentir dolor me haría ser más perfecto conscientemente, perdería el miedo a le