Ir al contenido principal

Dualidad.

Continúan los diálogos.

—Me di cuenta de que no puedo vivir sin el dolor, es parte de lo que conozco como vida, entonces, aceptar el dolor me hace sentir feliz; sentirme agobiado por una querella tan ambigua también me hace sentir realmente feliz, vivir no vale la pena sin analizar. Detenerse a pensar es una cualidad, supongo.

—Sí, el dolor es parte de nosotros intrínsecamente, que intentes suprimir el dolor solamente sería un límite, quizás llegues al punto en que lo suprimas, sin embargo, el hecho de hacerlo sería algo antinatural, así lo veo, nuestra naturaleza es sufrir, mejor dicho, sobrevivir. Ser feliz también es parte de nosotros.

—Si sigo intentando llegar a suprimirlo, puedo llegar quizás a un clímax, me parece tan interesante la idea de hacerlo, es increíble a donde puede llegar la mente humana, crear, construir, deconstruir. El amor. El amor es parte de nosotros, el amor a la hora de escribir un poema, hacer una acción, quiero hablarte del amor, siento que puedo ser realmente frío, pero, el amor siempre me hace sentir tibio.

—El amor es natural, el odio, la angustia, la paz, son hermanas en un mismo hogar, dentro de ti. La forma en que amas, supongo, que es una forma en la que te sientes contigo mismo porque no puedes amar a aquél, sin antes haberte amado a ti mismo, lo mismo aplica para el perdón, es tan complejo que es sencillo.

—Conocer el amor te hace ser feliz, puedo pensar que hay quienes no lo conocen o lo olvidaron, el amor es un gran medio para. Quizás no tenga mucho que decirte acerca de él, siento que no hay nada que tú mismo no puedas pensar y sentir acerca del amor.

—Sí, cada uno le da su color, a fin de cuentas, las cosas son a nuestros ojos con el mismo color de lente con que las miremos.

—Oh, Mario Rota, el Sueño del Petróleo.

—Así es.

— ¿Has escuchado que la soledad es el ambiente connatural al hombre?

—Claro, Zorba el Griego, pero recuerda, decides si vivir un baile, o crear una tragedia.

Una orquídea, retrato de la feminidad.


Comentarios

Entradas populares de este blog

Individualidad y dualidad. Un pensamiento entrelazado.

—He estado pensando y reflexionando, hemos hablado en ocasiones acerca de unos temas interesantes, estaba recordando justo ahora cuando te decía que quería poder llegar a una individualidad más compleja, sin apegos ni lazos, no lo sé, me siento un tanto triste, no tengo muchas ganas de discutir hoy, creo que tantas ideas me hacen sentir confundido, pienso que el ser humano fue hecho para pensar, como te dije, una vida no vale la pena si no es para la reflexión, me gusta pensar y me gusta imaginar ideas que le den forma a mi vida, cómo has estado? —Teníamos tiempo sin hablar, ¿no es así? Quería llamar tu atención estos días, pero preferí no hacerlo, me di cuenta de que naturalmente estás mejor solo, no me refiero a que seas solitario, sino que mi compañía es grata cuando estás reflexivo, como podrás ver, soy buen observador, he estado bien, tranquilo. Me decías que te sentías triste, ¿Que ocurrió? Entiendo que no quieras discutir como lo hemos venido haciendo, tranquilo, del diálogo sie

All that glitters is not gold.

Ambición? Hallándome locamente enamorado, allá donde la música me atrapa, llorando y cantando, derramando ron y hielo, De la risa al llanto hay sólo una línea, aquella pasada, que sólo vive en la nostalgia, no todo lo que brilla es oro, la felicidad a veces se vuelve llanto, lágrimas y nostalgia, Le escribo hoy a las bellas noches de historias y de ron, allá donde fui feliz y aún no lo supe; pensé “allá fui feliz y no lo supe” Allá fui feliz y no lo supe Quién da más? Quién pone más? No quiero que me vean llorando, no quiero que otro llore donde yo, un hombre de moral? Oh, ha caído cara abajo, lleno de lágrimas. Te extrañaré a ti, a ti y a ti, lo que podía suceder en compañía, las cariñosas groserías y los gritos, no olvidar el limón, quizás busquen hierbabuena sí hacemos unos cocteles, no ha de ser que no lo traigan y tengamos que tomar esa hiel pura, sacada de un rincón de ciudad. Cómo olvidar las noches de merengue, ahora hechas un misterio, Hay cosas que n

Una pequeña roca

Luego de interminables monólogos, de constantes luchas de ego, aquél narcisista hombre se calló, no lo pude escuchar. Aquellos debates entre dos ideales se callaron, quedé solo en lo que se sintió como una eternidad… Escuchar la guerra hacía que estuviera seguro, existía el equilibrio y el balance. Sin embargo, aún conservo ciertas pequeñas cosas de él. Ha pasado tiempo desde la última nota autobiográfica, y es por ello que hoy escribo, una carta para el ego, mi ego… o mi corazón. El pleno silencio es bueno, aunque he descubierto brechas de seguridad en la templanza programada. Perdón por tratarme a mí mismo como una roca, sin perturbación ni sentimientos; fue bueno al principio, pero hoy se hace presente el agotamiento y no pido que me entiendas, sólo que me escuches. La Roca, durmiendo sobre un volcán. Un día existió una roca muy particular, esa roca había desarrollado razón y, sin embargo, no entendía lo que estaba sucediendo a su alrededor, se hacía preguntas y no hallaba respuesta