Aquel satélite blanquecino cual vestal fuere.
Aquella masa marcada por asteroides.
Cuán inimaginable.
Cuán imaginable.
Labras potestades,
entre terráqueos y náuticos.
Aterrorizas al joven,
aún más al aislado.
Fundas maremotos,
entre gentes y costas.
Inundas con luz,
las bajas germanias.
Aún ante tu ausencia olímpica,
flamines habrás requerido.
Qué más que incredulidad,
qué más que enajenación,
qué más que admiración,
qué más que curiosidad.
Aquella masa marcada por asteroides.
Cuán inimaginable.
Cuán imaginable.
Labras potestades,
entre terráqueos y náuticos.
Aterrorizas al joven,
aún más al aislado.
Fundas maremotos,
entre gentes y costas.
Inundas con luz,
las bajas germanias.
Aún ante tu ausencia olímpica,
flamines habrás requerido.
Qué más que incredulidad,
qué más que enajenación,
qué más que admiración,
qué más que curiosidad.
Luna menguante. |
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