Pensé que habías
encontrado un confidente,
pensé que habías
hallado una razón,
pensé que habías
encontrado unos brazos
donde descansar,
pensé que habías
encontrado una
fuente de empatía,
pensé que habías
dicho gracias.
Sólo no pensé,
que habías
mirado otro jardín.
encontrado un confidente,
pensé que habías
hallado una razón,
pensé que habías
encontrado unos brazos
donde descansar,
pensé que habías
encontrado una
fuente de empatía,
pensé que habías
dicho gracias.
Sólo no pensé,
que habías
mirado otro jardín.
El niño del chaleco rojo, Paul Cezanne. 1889-1890. |
Comentarios
Publicar un comentario