ya el ahora es
vívido que entre nostalgias y melancolías vive el ayer y mañana.
Porque las lluvias traen consigo siempre una flor de vida, y no fui yo menos que ser, por las pensantes alegorías que se hicieron tangentes, las lluvias son nostalgia, recuerdo. Aún más amigas de la soledad, de la que tanto apremia al ego cansado, al sentir triste y pesado.
No es un misterio ya, no es una extrañeza ya, que la búsqueda es una estúpida falacia contra el ser cambiante y superfluo que por tanto se busca, tanto se pierde, porque qué es vivir sino hacer, qué es vivir sino crear. Es cierto que no es absoluto excedente, pero es lo menos preciso a una columna de genio,
me pierdo en ayeres atemporales, en escenas sin tiempo. Y es que el baúl se hace más grande a la vez que pasan los días.
Cuántas más temporadas lluviosas
habré de ver.
La vida es hermosa con sus
contrariedades.
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