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Mostrando entradas de 2019

Tus labios.

Amor, tus labios me atrapan en un rojo tan intenso que mi pecho se transforma en una caja de gritos que sólo buscan calma en el terciopelo de esas dulces y rosadas figuras tuyas. Dame tu mano y deja que me pierda entre tus líneas, que afloren las sensaciones y que los sentidos exploten. Tu piel blanca, pálida como la luna, escondida entre sombras, hace surgir una caótica sensación que machaca mis hemisferios que detiene mi pulso y mueve mi mirada.

Un beso de navidad.

Ansiedad. f. Se dice de la inquietud del espíritu. Temblé y me dije qué haces, ah, por qué mejor no respiras y haces algo más que pensar Entonces me detuve mi mente es un ruido dime qué es el bullicio porque es lo único que conozco, Andrés se hunde en un monólogo traidor, bonito y listo. Pensar o no pensar, siempre le doy vueltas a eso en mi cabeza. Intenté no hacerlo ahora, aunque estas fechas siempre me ponen a imaginar, no creía que hubiese podido mantener la calma y más con tus ojos en mí, viceversa también, sentía que en cualquier momento iba a desaparecer un rato, mirar afuera y correr lleno de ansiedad. El bullicio, siempre escribo acerca de él, lo empecé a conocer hace años que crecía, es algo muy sutil, es la representación del ruido inhumano, mundano y banal por medio de ciertas situaciones y muchas veces, muchísimas veces, por medio del silencio, a veces es gracioso que encuentro más bullicio en mi silencio que en el diario trajín, es un fun fact. Últimamente ya m

La última sangría (?

Veo el vaso, ya lo extraño el magenta más hermoso, ¿o era púrpura? Me da igual, Amarga, dulce, frutal, gracias por alegrar la navidad, ¿bailamos? Sólo deja que busque varias canciones de Juan Gabriel, ah, ya Era algo con jarabe, no me acuerdo, pero con tus instrucciones; afuera en el patio, cantemos y bailemos, ¿para qué es la vida? Para gozarla y cantarla, sólo déjame sorber un trago para que se aligeren mis piernas Y así pueda llevar el ritmo de tus pasos de años mozos, que siguen siendo ahora Aplausos, por favor, aplausos ahora voy a extrañar mucho a la sangría, no lo dudo. La última (?

A mis primos.

Es algo subjetivo. Me acuerdo tanto de la vez de las carpas en el patio, pimpón con una cinta y los cuentos del jinete que pasaba por la avenida cuatro. Los veía y no sabía que iban a irse tan rápido, extraño escuchar Alejandro de ustedes, como hace falta verlos. Aunque era el menos encajado con ustedes, los quería y me gustaba verlos ser, me acuerdo tanto de unos meses que me la pase de malgenio porque me despertaba temprano los fines de semana y no podía quedarme con ustedes, las pocas veces que lo hice son ahora recuerdos muy bonitos, tal vez no se acuerden. Sentir que los tenía era divertido, siempre esperaba cuando íbamos a estar todos. Aprendí una especie de fraternidad con esos recuerdos, bonitos momentos que me hacían sentir ocupado, lejos de jugar solo con los legos, ahora admiro como eran ustedes en compañía. Ahora están lejos, los extraño, no lo valoraba tanto, me pregunto cómo hubiese sido diferente, sea lo que sea que hagan, sé que van a estar bien, comprando y vend

Hombre.

Hombre. m. Ser animado racional, varón o mujer. ¿Ya no me quiero esconder? Eso me pregunto -o fue la canción-. No siempre me han gustado algunas formas de pensar, en esas a veces está incluida la mía, después de unos varios meses de “no-pensar” me acabo de encontrar o me he estado encontrando con una barrera bastante… tétrica, ¿verdad? Escuché también que esa palabra significa algo distinto a lo que se piensa. No fue preámbulo ni prólogo, sólo le doy paso a las letras, que, hablando de ellas, no habían brotado hace un tiempo, me refiero, me había zambullido en una burbuja de recuerdo... Bien, ¿me conoces? Tranquilo, ni yo sabría responder esa pregunta, o no del todo, he cambiado desde hace unos años, pero no veo tanto el cambio, sólo siento que allí está. Es contradictorio, ya siento más que está allí. ¿Cómo va a ser la vida mejor? Espero sea tan brillante como un villancico, desde hace unos días he estado pensando en varias cuestiones, no son tanto mías sino de mis ojos, me he dad

Una pregunta.

Estuve pensando, mirando, soñando, creí haberte despedido, no fue así, lo pensé, lo pensé, no te despedí, no lo hice, no lo recuerdo.  No hubo un adiós, ni un último beso, todo fue rápido, se extinguió, murió, y estuve pensando, mirando, soñando;  Una sola pregunta, si pudiera, ni siquiera puedo pensar en qué preguntaría al... ¿amor?

Un sol que no alumbra.

Así es como lo veo, usualmente, cuando me despido, casi siempre,  intento hallar las palabras, intento decir aquel bisílabo,  se perdió o se encerró, no lo sé, no me deja pensar aquella palabra  que se perdió hace unos meses que parecen días,  o unos días que parecen meses, no los cuento, no culpo,  me contradigo, lo sé, a veces no puedo ver,  desde hace días «o meses» no te hallo.  Ya casi anochece.

Flor.

El sol despierta a las plantas, ellas empiezan a estirarse, esfuman su sueño.  Abren su cuerpo, lo alzan, erguidas buscan los rayos, sus pétalos gotean, brillan. Las flores giran, bailan, te imitan, llenas de polen, míralas y no dudes.

En dónde estás.

Sigue ardiendo mi pecho,  cariño,  en dónde estás,  en dónde apresas esas caricias. No te veo y necesito hacerlo.  No quiero recordar más.  Aún espero por una palabra, al menos una.  Cariño,  en dónde estás. Prohibido olvidar.

No es un recuerdo.

Cariño, por favor no me pienses.  Sé que no lo haces,  sin embargo aquí estoy.  No lo llamaría un recuerdo.  Los recuerdos hace mucho no están.  Se fundieron con la realidad.  No me pienses.  Sé que no lo haces. Se secó hace mucho.

Te extraño.

No hubiese querido enseñarte lo que cargué.  Me había parecido una tontería demostrarme. Conociste una máscara y no me contenta en absoluto.  No es por una corazonada narcisista.  No es por vanidad. Te extraño y no sabes cuánto. Son restos de rosas.

Una idea/atino.

Septiembre, 2019. Es cierto lo que dicen quizás me encerré o probablemente me enfrasqué.  Pero aún duele, es cierto lo que dicen aún duele. Es un privilegio y también el más duro golpe sé que fui yo. Creí no haber sido egoísta. Sé que lo fui. También es cierto lo que dicen, lamento no haberme desecho de mi confort. Lo único que deseché fueron esas sencilleces que nunca acepte valorar.  Sé que fui yo.   No es un autorretrato.

Rubio.

Recuerdos de un Mayo querido. Los luceros nocturnos afloran las viñas mentales que se acobijan en mi lóbulo parietal, el contraste entre esas jóvenes estrellas buscando noche y las montañas andinas que protegen el poblado visten mis sentidos de admiración. Las noches son muy largas y el paisaje las aligera, me acobija la noche. Las frías calles, dispuestas para la soledad, calman mis afanes, la tenue luz de los pocos bombillos colorea el azul tan común en carmín, la luna llena que se alza entre árboles y casas marginadas alienta mis latidos, el sonido de la brisa postdiurna es la pieza que mis oídos reclaman. Las casas muertas aluden al sueño del petróleo, ya es una metáfora. Esta ciudad poco a poco ha entendido mi ser, ha hecho que me sienta contento de vivir en el ghetto. La contaminación lumínica a veces es entendible, el paisaje se adorna majestuosamente con los suburbios más lejanos, la ciudad toda es un paisaje. Admiración encuentro, tanta que me hace olvidar busc

Las nubes lloran.

Últimamente no es sencillo lidiar  con las memorias; ya no sé que es sueño, ya no sé que es real. No es sencillo revivir sentimientos; como el de la primera bicicleta, como el del amor infantil. La vista se hace gorda, el paisaje rojo; los árboles gritan, las nubes lloran. El reloj no marca las horas; se estanca y no puedo dormir. Blu di cielo, Vasili Kandinski. 1940.

Recuerdos del Mar.

Me gustaría vivir internado en mi cerebro, especialmente donde se producen los sueños. Me gustaría convivir con aquellos entes oníricos que sólo se conciben por casualidad. Si los sueños son el reflejo del día             por qué difieren tanto de los míos. Realidad, no hay realidad,             no existe, no es clara. Siempre es un ayer, es un mañana. no encuentro el mar calmo, todo me recuerda aquella leve tormenta de hace unos años;             trayecto de Coche-Margarita. El aroma a humedad salada era lo único respirable,             la lluvia era la claridad, el grandísimo cuerpo marino temblaba             cual alma nerviosa. Las olas eran látigo de cólera,             el viento su director. La pequeña barca era solamente una mancha en la inmensidad, el pequeño corazón una dudosa cifra. Y mis infantes ojos             un espejismo en la tormenta. Mar tempestuoso, Ramón Marti Alsina. 1884.

Pensé.

Pensé que habías encontrado un confidente,  pensé que habías hallado una razón,  pensé que habías encontrado unos brazos donde descansar,  pensé que habías encontrado una  fuente de empatía,  pensé que habías dicho gracias .  Sólo no pensé,  que habías mirado otro jardín.  El niño del chaleco rojo, Paul Cezanne. 1889-1890.

Revolví las aguas.

Revolví las aguas para asegurar buena pesca pero me encontré con que había revuelto mis aguas mentales,  entonces quise hacer con ellas algo más que cotidiano pero me encontré con que había revuelto mis aguas mentales.

Cuestiones individuales.

Fragmento del poemario.  Ya casi cinco y aún se espera el sueño. El retrato inmóvil de la Nación se hace ciudad desolada y marchita, ya sin luz, ya esperando. Hablando de luz que ahora todo es costumbre, nadie nota que tomaron de juego la electricidad, nadie nota que tomaron de juego nuestras necesidades. El País sufre «repito», y no hay nada mucho que la personera común logre con su limitado campo de oportunidad, es que, han robado todo, han llegado hasta los rincones más inesperados de ellos. Ahora una subjetividad; es irónico, ver combinado el ímpetu pueril con la desgracia vehemente que carga nuestra Nación, quizás halla sido cosa del destino querer forjar con mano dura esta generación que pronto tiene que hacer, quizás un atino incierto, una aleatoriedad. No cabe duda de lamentaciones, quién sabe cuándo finalice la odisea, sólo queda mirar con ojos receptivos una alteración en la altitud. Aún se espera. Arte callejero.

A ti.

Aún después de tantísimas horas mi cuerpo sigue llamándote con la misma llama veraniega. Aún luego de los filtros mentales, de la auto observación y la clara consciencia, tu rostro y cariño doblan las paredes de mi memoria. Es más un sentimiento nictálope pero se hace una tranquilidad tan celeste como diurna también, quizás halla sido una simple querella intentar no pensarte. El viento es enemigo de mis claros sentidos al aletear entre la larga y profunda cabellera tuya, mi corazón se funde allí. El purpúreo azul del cielo tardío me hace navegar en tu suave mirada y casi sin arrebol que mis pensamientos se pierden, se pierden en busca de una mínima manifestación de tu corazón. El bullicio «lo cito otra vez» se hace una aguja en un pajar cuando tus palabras enmarcan el ambiente con un rocío mañanero. Veo tu nombre escrito en mis jardines mentales, ellos son atravesados por callejuelas que se congregan en un observatorio donde reposa la representación tuya: una flor de mil co

Temporada de lluvias

ya el ahora es vívido que entre nostalgias y melancolías vive el ayer y mañana. Porque las lluvias traen consigo siempre una flor de vida, y no fui yo menos que ser, por las pensantes alegorías que se hicieron tangentes, las lluvias son nostalgia, recuerdo. Aún más amigas de la soledad, de la que tanto apremia al ego cansado, al sentir triste y pesado. No es un misterio ya, no es una extrañeza ya, que la búsqueda es una estúpida falacia contra el ser cambiante y superfluo que por tanto se busca, tanto se pierde, porque qué es vivir sino hacer, qué es vivir sino crear. Es cierto que no es absoluto excedente, pero es lo menos preciso a una columna de genio, me pierdo en ayeres atemporales, en escenas sin tiempo. Y es que el baúl se hace más grande a la vez que pasan los días. Cuántas más temporadas lluviosas habré de ver. La vida es hermosa con sus contrariedades.

Preludio al Capítulo II del 2014

¿Qué es la vida? Un frenesí. ¿Qué es la vida? Una ilusión, Una sombra, una ficción, Y el mayor bien es pequeño; Que toda la vida es un sueño, Y los sueños, sueños son. -Calderón de la Barca. Cada día es aún más grande la soledad, más que física, intangible es ahora una turba frenética la vida venezolana, más que una vida mejor es más bien una vida de antaño que sólo se atreve a revivir memorias de siete de veinte años de antigüedad y aunque las memorias cada vez sean más pasadas y aunque la esperanza cada vez sea más anciana no se siente como un vino de años en vez de ello, la élite patriota ha elaborado con esas memorias el vinagre más horrible de la humanidad contemporánea. No es un misterio, no es una falacia pero nuestros hermanos patriotas cada día anhelan una vida, una vida que se ha escapado no de uno solo no de unos cientos no de unos miles. Una vida acaparada por la más que mejor aristocracia -sociópata- popular, Una vida acaparada po

Sin título.

10/1/2019. Te extraño como si viviera ayer y mañana pero nunca hoy. Me turba la continua distancia que no se detiene a pensar. Deslucidas noches desesperadas vieron el amanecer desde que desrealizaste mi psique, con ello incontables cuchillos pasaron a través de mis costillas. Siempre pretendí ignorar aquello que no se puede ignorar, aquello que carece de compasión, aquello que impera pero mi inconsciencia se llenó de ti y mi consciencia se abrazó de ti. Continúo intentando no amarte pero aun así, sigo haciéndolo. Sir Lawrence Alma-Tadema. A coign of vantage. 1893